-¡Gente, si confiáis en mí, ninguno de vosotros volverá a irse a dormir si haber comido antes!
-¡Señor, yo todavía no he comido!
-¡Pues no te vayas a dormir!
-Pues resulta que hace poco me divorcié de mi mujer, y gracias a mi abogado acordamos que el que se quedara la mayor parte del dinero, también se quedaría con los niños.
-¿Y al final quién fue quién se quedo con ellos?
-El abogado.