Un motorista iba por la carretera cuando de repente
atropella a un pajarito, le cuál cae inconsciente al suelo. El motorista se
siente tan mal por él, que decide llevárselo a su casa, curarlo y ponerlo en
una jaula hasta que se recupere. Entonces el parajito se despierta y dice:
-¡Cielo santo, he matado al motorista!
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